Reseña: El último vagón de Ángeles Doñate
Ikal tiene 11 años, es hijo de un obrero del ferrocarril y sueña con ser maestro. Admira a Chico, cuenta los trenes que pasan con Tuerto, sueña con Valeria, una campesina, y vive mil aventuras con Quetzal, su perro. Todos son alumnos de don Ernesto, en la escuela vagón Malinalli Teneplat, durante el curso en que cambiaran sus vidas. En la frontera de ninguna parte, entre campos de frutales y vagones viejos, treinta alumnos descubrirán la vida gracias a la pasión de un maestro que ha unido su suerte con la de estos jóvenes con las cartas marcadas. Una foto en blanco y negro de todos ellos, que duerme en un expediente olvidado de la Secretaría de Educación, se convertirá años después en la peor pesadilla de Hugo Valenzuela, un brillante inspector. El maestro, anciano y casi ciego, debe jubilarse. Pide reemplazo pero algunos políticos creen llegado el momento de dar carpetazo a un modelo educativo pasado de moda e inútil. ¿Inútil? Hugo no está tan convencido y decide estirar del hilo. En un viaje que le llevará a reencontrarse con su pasado, deberá jugarse su futuro, descubriendo que hay huellas que no se pueden borrar. Como las del primer amor o las de un maestro, que a través de la curiosidad y el cariño, nos abre las ventanas al mundo.
Hoy platiquemos sobre El último vagón, un libro que en todo momento mientras lo leía me daba la sensación de estar viendo una película del tipo Stand by me o en español Cuenta conmigo, este tipo de películas que se desarrollan en un pintoresco pueblo rodeado de un bosque, con un grupo de amigos como protagonistas, y donde vemos las aventuras que viven a lo largo de sus años de infancia, esa es la imagen que se proyectaba en mi cabeza con este libro.
En este libro vamos a leer sobre un vagón escuela, sobre el último que existe de hecho, y sobre un inspector de la secretaría de educación pública a quien le dan la encomienda de cerrar este vagón escuela porque su maestro está próximo a jubilarse, pero además leeremos sobre el maestro y los alumnos de esta peculiar escuela, y lo haremos ambientados en una comunidad rural como muchas que hay en nuestro país, esos lugares apartados de la civilización y en donde se viven grandes historias de vida y de superación.
Está contada en dos líneas de tiempo, y es precisamente esto un detalle que no me cuadró del todo, me da la impresión de que las fechas que nos plantea la autora y las edades de los personajes no hacen sentido del todo, la matemática no me dió, ¿es esto algo que afecte a la historia como tal? pues no, la verdad es que no, no le resta en lo más mínimo, porque además nos lleva entre una época y otra de forma clara y sin revolvernos, una línea del tiempo correo por los años 50s-60s y la otra aproximadamente en el 2019, en la que se desarrolla sobre los años 50s o 60s la autora nos narra las vivencias del maestro y alumnos en el vagón escuela protagonista de esta historia, pero además algo de las vidas de estos personajes, nos presenta a Ikal y su grupo de amigos, donde está Chico, Tuerto, y Valeria, la niña que le gusta, por otro lado en la línea de tiempo que transcurre durante el 2019 es cuando vemos los intentos que se hacen por cerrar la escuela.
En el fondo esta historia trata sobre el amor que debemos de tener hacia lo que hacemos, nos da una sacudida y genera en nosotros la reflexión de si estamos haciendo con nuestra vida lo que realmente queremos y lo que nos hace felices, si hay amor hacia lo que nos ocupa en el día a día y también nos muestra que en cualquier momento podemos rectificar el camino si es que lo hemos perdido. Es así como a uno de los personajes le toca precisamente vivir el tener que tomar esta gran decisión, se le plantea en un momento de la historia esta encrucijada y donde debe tomar una decisión que sin lugar a dudas cambiaría su vida para siempre y de forma muy radical.
De trata de un libro emotivo, inspirador, motivacional y reflexivo, con personajes con los que fácilmente podemos identificarnos porque hemos sido o somos alguno de ellos, o bien tuvimos amigos como ellos, son historias cercanas y reales, además se trata de una lectura ágil y que se disfruta, con sus apenas 196 páginas se lee muy rápido porque además la prosa de la autora invita a leerla casi de corrido.
Creo que en especial que quienes se dedican a la docencia encontrarán este libro genial, creo que de inmediato podrán empatizar con algún que otro personaje y el libro se convertirá en uno de sus favoritos.
Ángeles Doñate nació en Barcelona. Es la primera de cinco hermanos, que ya le han regalado cuatro cuñados y tres sobrinos tan buena gente como ellos y como su madre. Las letras, junto con sus amigos y los viajes, han sido su pasión desde muy chiquita. Fue una lectora voraz que se escondía bajo una escalera para leer a todas horas, estudió Periodismo y empezó a escribir sus propias historias. Convencida del poder de estas para cambiar el mundo, hacerlo más bello y más solidario, ha combinado su trabajo en periódicos y revistas con la enseñanza y la comunicación institucional, siempre vinculada al mundo educativo y social. Desde hace años, comparte su suerte enseñando a leer y escribir a personas adultas. Ha publicado libros como “Inspiraciones con tu perro”, “¿Quieres un consejo” o “Cuando la cigüeña se pierde”, así como el cuaderno de viaje “De Santiago de Chile a Puerto Williams”. Sus dos primeras novelas fueron “La sonrisa de un perro”, en coautoría, y “El invierno que tomamos cartas en el asunto”, que la ha llevado a lectores de Portugal, Polonia, Italia, Grecia, Alemania, Chile...
Reseña: El último vagón de Ángeles Doñate
Reviewed by Papá Lector
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marzo 19, 2021
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